Luminosa, emotiva, lírica de una manera natural y siempre supremamente refinada, la música y el modo de interpretarla de Ludovico Einaudi han atraído a una audiencia que no ha dejado de crecer durante las dos últimas décadas y cuya diversidad y devoción por el artista no conocen igual. Ludovico ha publicado una serie de álbumes que se han situado en lo más alto de las listas, ha ofrecido conciertos con todas las localidades agotadas en las salas más prestigiosas de todo el mundo, ha compuesto una serie de premiadas bandas sonoras y se sitúa sistemáticamente en el número uno de las encuestas de audiencia, convirtiéndose en un fenómeno en Internet.

Con una alquimia musical única que bebe de elementos de la música clásica, el rock, la música electrónica y las músicas del mundo, ha hecho que las ideas tradicionales de divisiones de género y audiencia queden obsoletas y se ha convertido no sólo en uno de los compositores más famosos del mundo en la actualidad, sino casi con seguridad también en el más amado. Ludovico nació en Turín (Italia) y recibió una formación de compositor y pianista clásico en el Conservatorio de Milán antes de proseguir sus estudios con Luciano Berio, uno de los compositores más importantes de la vanguardia del siglo XX. Su carrera comenzó con una serie de prestigiosos encargos para instituciones como el Festival de Tanglewood en Estados

Unidos, el IRCAM de París y, recientemente, el Centro Nacional de las Artes Interpretativas de Pekín, pero él ha dejado de lado lo que parecía una carrera clásica deslumbrante para forjar su propio camino musical, lo que le da la libertad para reconciliar sus influencias de más amplio alcance.Fue una estrategia arriesgada, pero que se vio rápidamente recompensada y cuando la suite para arpa eléctrica de Ludovico, Stanze (1997), se emitió por primera vez por la BBC Radio, los oyentes colapsaron la centralita. Algo parecido sucedió con su siguiente lanzamiento, Le onde (1998), un ciclo para piano solo que interpretó él mismo. Una campaña organizada por los oyentes lo convirtió en el empuje decisivo de la carrera de Ludovico y en una presencia fija permanente en lo más alto de las listas de Classic FM. Este incremento de la actividad de las bases, que se acrecentó con la llegada de Internet y las redes sociales, le ha permitido a Ludovico construir una relación estrecha única directamente con su audiencia.

Le onde fue también la mecha que encendió la carrera de Ludovico en el ámbito de la música para cine y televisión y desde entonces ha compuesto un gran número de premiadas bandas sonoras, como las de Doctor Zhivago (2002) y Sotto falso nome (2004), que se convirtieron también en álbumes de éxito por derecho propio. En los últimos años, la aclamada película de Shane Meadows, This is England (2006) y su secuela televisiva, This is England ‘86 (2010), han reportado a Ludovico una nominación a los BAFTA y han introducido su música a una audiencia nueva y y de enormes dimensiones. En 2011 otra aclamada película utilizó su música: Intouchables, de Olivier Nakache y Eric Soledano. La película fue votada como el acontecimiento cultural de 2011 en Francia y ha participado en la 85ª edición de los Premios de la Academia.

Tras el impacto de Le onde, Ludovico creó una serie de álbumes notables por su exuberante experimentación. Eden Roc (1999) conoció la participación de un despliegue de músicos e instrumentos invitados, que iban de la guitarra eléctrica al duduk armenio. I giorni (2001) profundizó su compromiso con la world music en la segunda colección de Ludovico para piano solo. Su colección “lo mejor de” de estos primeros cuatro álbumes, Echoes: The Einaudi Collection (2003) lleva ya vendidas desde entonces más de cien mil copias.

Conforme fue creciendo la fama de Ludovico, su agenda de conciertos fue aumentando en consecuencia y pasó a convertirse en una parte cada vez más importante de su vida. Dio lugar de inmediato a dos nuevos álbumes, Diario Mali (2005), una colaboración con Ballaké Sissoko, el virtuoso de la kora, y su primer álbum en solitario en vivo, La Scala Concert 03.03.03 (2003), grabado en Milán, su ciudad de adopción.
La publicación de Una mattina (2004) supuso la llegada de nuevas “primicias”, ya que se convirtió en el álbum de presentación de Ludovico en un nuevo e importante sello discográfico, Universal, y se convertía también en su disco más “clásico” hasta la fecha. Escrito fundamentalmente para piano solo, se encaramó a lo más alto de la lista de álbumes clásicos en el Reino Unido y le proporcionó su primera gira británica con todas las localidades agotadas.
Convertido ya en uno de los compositores más populares en el Reino Unido y en toda Europa, la reputación de Ludovico en su país ascendió a alturas aún más elevadas y, así, el 26 de mayo de 2005, en Roma, Ludovico Einaudi fue condecorado con la
“Ordine al Merito della Repubblica Italiana” (o “OMRI”), la orden más importante concedida por la República Italiana.

El escenario estaba listo para Divenire (2007), su álbum musicalmente más ambicioso hasta entonces y su mayor éxito comercial hasta la fecha. Divenire reunía muchas de la “corrientes” musicales que habían estado fluyendo por la carrera de Ludovico y las ampliaba con la ayuda de la Real Orquesta Filarmónica de Liverpool y una batería de efectos digitales.

La publicación se convirtió en un fenómeno, encabezando las listas clásicas en toda Europa y destrozando las listas de pop italianas. Con unas ventas superiores a las trescientas mil copias y una nominación a “Álbum del Año” en los Premios BRIT, Ludovico se embarcó en su mayor gira hasta la fecha, con ochenta conciertos por toda Europa. Uno de ellos fue grabado para su segundo álbum en directo, Live in Berlin (2008) y todo ello culminó en un concierto memorable en el Royal Albert Hall de Londres.

Con gente de todo el mundo clamando ya para poder verlo, Ludovico se convirtió en un músico de gira permanente, viajando para tocar ante nuevos públicos en India, Japón y Estados Unidos. Fue entonces cuando forjó una colaboración con Robert Lippok, de la banda de post-rock “To Rococo Rot” y los resultados se oirían en dos álbumes publicados en 2009, uno con Ludovico participando en condición de “miembro de banda”, y el otro como artista en solitario. El primero fue Cloudland (2009), el debut de Whitetree –un grupo integrado por Ludovico al piano, Robert Lippok a la electrónica y el hermano de Robert, Roland Lippok, a la batería–, que posee una soleada sensación africana en medio de la electrónica y la percusión de vanguardia.

Nightbook (2009), el séptimo álbum en solitario de Ludovico, supuso un contraste perfecto. Meditativo e introspectivo, documenta un viaje interior a través de los sueños y las sombras de la psique con un empleo evocador de la electrónica. Ludovico lo llama su “Lado oscuro de la luna” y, a pesar de que supone un reto, también encontró una resonancia inmediata con su público que, una vez más, llevó a Ludovico a lo más alto de las listas y de vuelta a las salas de concierto.
La gira Nightbook dio lugar a The Royal Albert Hall Concert (2010), un doble D y DVD que documentaba el concierto ofrecido por Ludovico en esa gigantesca sala londinense en marzo de 2010. Tomando elementos de la totalidad de una carrera ya muy distinguida, muestra a un compositor y a un intérprete en la cima misma de sus poderes creativos.

En 2010 y 2011 fue invitado a dirigir el “Concertone” del Festival La Notte della Taranta, en la región de Puglia, en el que más de cien mil personas estuvieron bailando toda la noche. Siguió una gira de gran éxito que incluyó dos conciertos con todas las localidades agotadas en el Barbican Center de Londres. La música tiene sus raíces en las danzas desenfrenadas que habían de contrarrestar los efectos de la picadura de una tarántula, y la orquesta de La Notte della Taranta de Ludovico combina cantantes, mandolina, panderetas virtuosas, percusión, acordeón, cuerda, órgano y guitarra en una profusión enloquecida de música exuberante. Einaudi ha renovado la tradición realizando nuevos arreglos de las viejas canciones, escribiendo nueva música e invitando a artistas internacionales, como el multiinstrumentista turco y DJ Mercan Dede, la cantante griega Savina Yannatou, el intérprete de la kora maliana Ballake Sissoko, el guitarrista y compositor Justin Adams y el griot gambiano Juldeh Camara.

En 2011, la colección Island, que incluye también algunas piezas inéditas, conoció un éxito espectacular. La gira de ese mismo año lo llevó también a ofrecer conciertos en Asia, donde ofreció una serie de conciertos con todas las localidades agotadas en Japón, Tailandia, Vietnam y en dos ocasiones en China.
Otros de los momentos destacados de su actividad durante 2012 son: un concierto en BT River of Music en julio, un aclamado homenaje a Luciano Berio con su composición The Elements, estrenada en Roma en septiembre, y su participación en el Festival de Cine de Londres en octubre de 2012 tocando durante la proyección de This is England con la banda sonora en directo. En noviembre recibió el Premio Vittorio De Sica de manos del presidente italiano, Giorgio Napolitano.

In a Time Lapse fue su anterior álbum, grabado en octubre de 2012 en un monasterio cerca de Verona. El CD se publicó en enero de 2013 y fue todo un éxito.

2015  fue el año de«Elements», un álbum que supuso un nuevo camino, nuevas fronteras en el límite entre lo que sabía Ludovico y lo que desconocía.

Actualmente, el compositor se encuentra de gira con su último proyecto, «Seven Days Walking», un trabajo materializado en 7 volúmenes, 7 discos inspirados en las caminatas invernales de Einaudi. Sin duda uno de los grandes proyectos del italiano, que presentará en nuestro país en noviembre de 2019.

Esta obra, surge fruto de la inspiración de las caminatas que Einaudi hace en invierno, quien comenta: “en enero del año pasado fui con frecuencia a caminar por las montañas siguiendo más o menos el mismo camino. Nevaba de forma abundante y mis ideas fluían entre la tormenta. Las formas, producto del frío, aparecían desnudas perdiendo contorno y color. Tal vez haya sido ese sentimiento de la esencia en su máxima expresión el punto de partida de este álbum”.

El primero de los álbumes se centra en varios temas principales, que reaparecen bajo distintas formas en los siguientes, son siete variaciones que siguen la misma corriente imaginativa. O tal vez el mismo itinerario visitado de nuevo en siete ocasiones diferentes.   El compositor añade: “finalmente decidí entrelazarlas en una especie de laberinto musical, como si me inmiscuyera en los giros y volteos del proceso creativo para comprender como una idea musical puede avanzar en distintas direcciones, para dar de nuevo un giro en el momento en que se escucha”.

“Seven Days Walking” se grabó entre septiembre y octubre del año pasado en Schloss Elmau, Alemania, y en los Air Studios de Londres. Contó con la colaboración de los muy talentosos Federico Mecozzi al violín y la viola y Redi Hasa al chelo, acompañados por el propio Ludovico al piano.

 

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